Martes 7 de Mayo de 2024

Gremiales | 07 de mayo

Una reforma laboral que pone en jaque al radicalismo y agrieta las diferencias entre los espacios

El proyecto de reformal laboral que impulsa la mayoría del bloque de la UCR en Diputados y que el Gobierno apoya como parte del nuevo tratamiento de su nueva Ley Bases (ley ómnibus) tiene defectos de forma y es, en su mayoría, igual al sancionado en el mega DNU de Javier Milei de diciembre pasado, aunque introduce algunas moderaciones y endurece otros puntos, según el análisis de varios expertos.

Encabezado por Rodrigo de Loredo, el bloque radical se lo presentó al jefe de Gabinete, Nicolás Posse, la semana pasada. La intención del Gobierno es, en principio, impulsar ese borrador o uno similar, en cualquier caso consensuado con el radicalismo, para asegurarse la aprobación de la ley ómnibus y evitar el traspié de la última vez. En verdad, la reforma laboral fue sancionada en diciembre pasado como parte del DNU 70/2023 de desregulación de la economía. Pero el capítulo entero fue judicializado primero por la CGT y luego por otros sectores. En febrero, la Cámara del Trabajo le dio la razón a la central sindical al declararla inconstitucional, pero el Poder Ejecutivo apeló y la decisión final se encuentra en manos de la Corte Suprema, que todavía no se expidió al respecto.

Expertos señalaron que el borrador radical es, en sus lineamientos principales, una copia de lo establecido en el DNU. "Hicieron un copy paste sin dedicarle mucho tiempo y modificaron algunas cosas puntuales", afirmó al respecto Luis Campos, coordinador del Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma. En tanto, Matías Cremonte, presidente de la Asociación Latinoamericana de Abogados Laboralistas (ALAL), coincidió en que el contenido del proyecto "es prácticamente una copia del DNU".

Por eso, primero apuntaron a los problemas de forma que tiene el proyecto introducido por el radicalismo y apoyado por el Gobierno. "Lo que la UCR pretende es darle legalidad a la aberración jurídica que fue el intento de reforma laboral por un DNU", señaló Cremonte.

Integrantes del radicalismo, tildaron está iniciativa masiva de apoyo de "traidores" a las posturas y trabajos de "Crisologo Larralda, al artículo 14 Bis de la Constitución Nacional, se cagaron en todo". 

Además, recalcaron que "les importa un cargo, en su momento fueron Juntos por un Cargo y ahora son libertarios". Como dato no menor, los radicales que están en contra de este apoyo de cierto sector del espacio, señalaron que "son camaleones gatopardistas". Desde la Agrupación Arturo Illia de los Empleados de Comercio "repudiamos a estos traidores. Soy Martín Zelarrayan, militante político sindical, alfonsinista y nos une nuestra condición de asalariados. Apoyamos a la CGT, el salario no es Ganacia", cerró.

Una reforma laboral que pone en jaque al radicalismo y agrieta las diferencias entre los espacios
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